Reinos de Azar

El mundo de Azar fue tocado por lo arcano y retorcido por la oscuridad, pero en su interior alberga luz y esperanza.

Bajo la soberanía de la Reina se hallan seis reinos muy diferentes donde habitan las gentes de Azar pero, ¡eso sí!, con una pequeña condición. Cuando un niño o niña cumple doce años, la Reina le permite tirar el mítico dado negro que decidirá su destino... Cada uno de sus seis lados corresponde a uno de los reinos, y el resultado de la tirada dictaminará su futuro y cuál será su nuevo hogar.

La grandeza de cada reino es mayor que la del anterior, o al menos así lo fue en un principio, siendo el de la Reina el más grande de todos. Sin embargo, nuestra historia comienza con dos hermanas, Par e Impar, que se han criado en el reino más bajo de los seis.

Unburbio

Unburbio es el más decrépito de los seis reinos. Está abandonado, sucio y hecho una porquería. La basura de los demás reinos acaba en Unburbio, por lo que los unianos (como se llaman sus habitantes) tienen más trastos que tesoros. Los unianos suelen ganarse la vida cargando basura en los barcos para que la Reina pueda aprovecharla. Aunque nadie tiene claro para qué se usa toda esa porquería...

Sin embargo, no todo es malo. Como en casa no se está en ningún sitio, y el hogar de Par e Impar no deja de ser Unburbio. Hay veces que puede ser un lugar agradable y seguro. Muchos de los habitantes de Unburbio han llegado a aceptarlo tal y como es. Después de todo, es mejor permanecer unidos en Unburbio que estar desperdigados por todos los demás reinos.

Londos

Aquí comienza lo raro. Londos es un lugar mágico a la par que retorcido. Es una ciudad de dualidades y de gentes con desdoblamientos de personalidad.

Cada día, la Reina, con toda su gloria, tira el dado mágico para decidir cómo variará Londos. En función del resultado, los habitantes sufren un cambio drástico de humor. Sus personalidades se ven modificadas y actúan de forma totalmente distinta. Hasta el Alcalde de Londos se ve afectado por ello. O, más bien, los Alcaldes, ya que su desdoble de personalidad se manifiesta en forma de otra persona casi totalmente distinta que le sale del sombrero y que gobierna una ciudad que es como Londos, pero ¡del revés!

Triena

Triena es un lugar desolador por motivos totalmente distintos a los de Unburbio. Hace muchos años el Rey de Triena fue asesinado y desde entonces la región vive sumida en el caos. Cada uno de los trillizos del Rey culpó a los otros del homicidio, lo que desencadenó una devastadora guerra civil a tres bandas que sigue librándose en la actualidad.

Los tres niños, que viven con todo tipo de lujos, están enfrentados unos con otros en una guerra que cuenta con el beneplácito de la Reina. Su Majestad aprobó la guerra civil como una manera de resolver el asunto, hasta el punto de haber proporcionado colosos gigantes a los tres hermanos: ¡unas máquinas de guerra enormes para facilitar la contienda!

Además, hay que andarse con mucho ojo, porque hay otros peligros acechando entre las sombras de Triena...

Monte Cuatro

¿Buscas un lugar elegante para vivir? ¿Un sitio donde prosperar gracias a la honradez y el trabajo duro, en el que la gente es feliz y disfruta de días radiantes?

Pues sigue buscando. Monte Cuatro es de todo menos eso. Hace mucho tiempo, durante la Guerra Sin Dados, el cuarto reino recibía el nombre de Villa Cuatro y era muy distinto: un lugar de nobleza y heroísmo. Por desgracia terminó arrasado, y de los escombros y las ruinas de Villa Cuatro se erigió Monte Cuatro, dando lugar a una nueva era de decadencia.

Monte Cuatro es un reino sin leyes donde el juego es la única forma de conseguir tus objetivos. Además, son pocos los que no hacen trampas. Lo dirige un asqueroso "Tétraco" al que llaman el "Gran Apostador", que parece estar bien conectado con la corona. Esto se traduce en que la justicia mira para otro lado y le deja campar a sus anchas, incluso permitiéndole actuar de forma ilegal. No es un lugar muy seguro que digamos, pero es posible que encuentres ayuda inesperada si sabes dónde buscarla.

Cincópolis

Hace mucho tiempo, Cincópolis era una tierra mística en la que habitaban los cinco Naiperos legendarios. Estos cinco artesanos crearon las cartas más poderosas de todos los reinos. Solo alguien con mucha suerte podría llegar a poseer una de sus creaciones. Gracias a sus habilidades, a los cinco Naiperos se les trataba como si fueran dioses y se les veneraba por sus creaciones. Colmaron Cincópolis de maravillas y grandeza, pero solo por un tiempo.

Como el resto de reinos, Cincópolis empezó a desmoronarse después de la Guerra Sin Dados. Al no quedar más dados que el de la Reina, las cartas dejaron de ser necesarias, puesto que solo sirven para sacar el poder de los dados. Por lo tanto, se dejaron de fabricar y todo lo que otrora fue mágico en Cincópolis, ha quedado enterrado en un lejano recuerdo que no todos han olvidado.

En la actualidad, Cincópolis es para muchos nada más que una sombra en la lejanía, reconocible por la silueta que forman las cinco enormes chimeneas que cimentan su estructura. Las fábricas de cartas también han cambiado desde aquellos días de gloria, y ahora su producción se acomoda a los deseos de la Reina.

Seistopía

Y, cómo no, también está el más grande de los seis reinos: Seistopía. ¿Qué podemos señalar de Seistopía que Su Alteza aún no haya dicho? Es perfecto. En su absoluta totalidad. Sin duda alguna. No tiene nada de malo. Un paraíso mágico lleno de lujos que no está al alcance de todo el mundo.

En él vive la mismísima Reina, y bajo su meticuloso reinado, Seistopía se ha convertido en ese lugar perfecto y bueno del que nadie vuelve jamás. Ahí es donde envían a la hermana Par, Impar. ¡Hay que ver la suerte que ha tenido!

Bueno, puede que también haya otros lugares en el mundo, pero no tienes por qué preocuparte por ellos. Lo que haya entre los reinos no es de tu incumbencia. Solo tienes que vivir donde te diga el dado negro de la Reina y todo irá bien.

Y recuerda: tanto si eres uniano o seisiano o lo que sea, siempre hay que tener una cosa bien clara... ¡El Azar gobierna!