Mientras escribo esto, me cuesta poner en palabras todo lo que siento ahora acerca de esto. Ha sido una montaña rusa: desde el deceso de mi padre, la conceptualización del juego, el diseño con mi equipo de Surgeon Studios, hasta ahora que anuncié Tales of Kenzera™: ZAU a todos ustedes en los Game Awards. Se siente irreal.
Para mí, los juegos son el medio más poderoso de compartir y vivir historias. Acompañamos a los personajes con los que jugamos en su viaje y en todos sus problemas y vicisitudes; sentimos lo que ellos sienten. Eso me enseñó mi padre. Él entendía que los juegos son una gran herramienta para expresarnos como personas: ya sea como un escape o buscando conmovernos.
Perdí a mi padre en 2013 debido al cáncer. Seguro que muchos se sentirán identificados o, al menos, imaginan el inmenso dolor que me golpeó. La mejor manera de resumirlo es decir que toda esa experiencia no era "parte del plan". Desde ese entonces, he estado tratando de encontrar maneras de procesar este suceso: ignorarlo, hablar sobre él, trabajar en él. Es raro que ahora el ciclo se cierre con el deseo de crear un juego que honra tanto mi amor por él como nuestro gusto por los videojuegos.
Eso sí: yo no sabía qué se necesitaba para crear un juego. Mi única experiencia tras bambalinas de la industria de los juegos fue hacer la voz de Bayek en Assassins Creed Origins. Pero hasta eso es una parte muy reducida de lo que realmente significa hacer un juego.
Sin embargo, me impulsó este sentimiento de duelo; esa tristeza, ese enojo, hasta esa confusión, y lo usé como propulsor para crear esta experiencia. Recuerdo hablar con muchísima gente del sector, rastreando toda la información sobre lo necesario para formar un estudio, un vehículo que tomara esta historia mía y la compartiera con la mayor cantidad de gente posible. En LinkedIn, X, Instagram y ArtStation encontré desarrolladores increíbles de todo el mundo: de Nigeria, Botswana, Nueva York, París. Me escucharon y entendieron lo que yo quería hacer.
Y aquí está. Un juego que, desde el primer día, surgió para relatar el amor que un hombre siente por otro. El de un hijo por su padre.
En esencia, ZAU explora cómo el poder del amor persevera en tiempos de duelo. Pero no quería crear un juego que se enfocara en la tristeza y en el peso que eso conlleva; quería que fuera una reflexión de lo frenético y caótico que puede ser el viaje.
La historia sigue a un niño pequeño al que le regalan un cuento de inspiración bantú escrito por su difunto padre. Desde allí, vivimos la historia desde su punto de vista mientras lee. Nos adentramos en las vívidas y traicioneras tierras de Kenzera como Zau, un joven guerrero que negocia con el Dios de la Muerte para recuperar a su Baba.
Cuando empecé a pensar en este juego, comencé con la pregunta: "¿Qué haría con tal de recuperar a mi padre? ¿Con tal de pasar otro momento con él?". Cuando comencé el juego, no sabía la respuesta. Creo que aún no la sé. Pero definitivamente me estoy acercando.
Vemos que Kenzera antes rebosaba de vida y ahora está plagada de espíritus ancestrales perdidos. Su presencia actúa como un obstáculo y una reflexión de donde se halla el protagonista. Mientras Zau avanza hacia su meta, tres formidables entidades mitológicas lo esperan en el camino. Y, a pesar de su legado, su existencia tiene una complejidad más profunda.
Siempre he notado que el mundo del desarrollo de videojuegos parece opaco, como si no pudieras espiar cómo funciona el mecanismo detrás del telón. Pero recientemente, vi que muchos más estudios y desarrolladores se están abriendo acerca de cómo se hace realmente un videojuego, descorriendo un poquito el telón. Queremos unirnos a ese movimiento.
El equipo y yo estaremos en nuestro servidor de Discord, donde podrás hablar y hacernos preguntas o explorar más lo que estamos construyendo. Queremos oír lo que piensas. Es un espacio para personas que disfrutan de contar historias como a nosotros nos gusta comunicarnos.
También estamos en todos estos canales de las redes:
Ambos estamos aterrados, y a la vez encantados, de presentarte nuestro mundo, y hablo por el equipo cuando digo que nos morimos de ganas de revelar más. Y que nos apoyes reservando significa mucho para nuestro equipo. El impacto que tiene para el estudio es ENORME y de verdad infunde una sensación de fe que queremos seguir manteniendo con lo que creamos.
Gracias por leer. Sigo procesando todo lo que está ocurriendo, por lo que aprecio que nos acompañes en este viaje.
Abu